lunes, 2 de enero de 2012

Orbitando.

El truco está en no dejar de girar, en por más que quiera parar el mundo no para. Correr, perseguirlo, azuzarlo con más ganas de dar vueltas. Marearme hasta devolver miles de recuerdos si es necesario, e intentar atrapar toda el agua del mar entre las manos. Si tengo miedo me suelto y dejo las manos flotar para que salgan volando. Y ahora con un café en la mano, ¿A quien coño vas a rezar?

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