Constantemente cada día que pasa me propongo el cambio, me siento en el sofá, miro anodada mis pies y pronuncio las palabras mágicas "mañana". Voy a la cama con coraje, con vitalidad y con una sonrisa inhaudita. Sublime.
Todo parece perfecto hasta que se repite tras día, una y otra vez gritas cambiaré y estas palabras se ahogan en el fondo del licor que juraste guardar en la mesila. Sin embargo los días pasan, y cada día arrastra un poco más de la poca esperanza que te queda...Se lleva tu risa, tus sueños, incluso las personas que quisiste..
Y todo se reduce a cenizas.
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